Durante los últimos años las ventas de vehículos eléctricos han estado en una curva ascendente que parece no tener fin. Aunque todavía, a estas alturas, existe una vieja pregunta a la que se le atribuye el impedimento de la explosión en sus ventas: ¿Qué viene primero? ¿los dueños de vehículos eléctricos o la infraestructura necesaria?
La pregunta del millón estaciones de carga o Vehículos eléctricos
Muchos piensan que el problema que causa intriga entre los usuarios de vehículos eléctricos y que, incluso, ha impedido que muchos otros consumidores adquieran este tipo de vehículo es la autonomía (range). Sin embargo a este problema hay que agregarle a la ecuación los problemas asociados a la infraestructura que los dueños de autos eléctricos necesitan, específicamente las estaciones de carga.
Muchos usuarios temen que su vehículo se pueda quedar sin energía antes de encontrar una estación de carga donde reabastecerse. Y, aunque pueda parecer mentira, este es un problema real que genera ansiedad entre muchos consumidores.
La realidad es que, aún en la actualidad, existen muy pocas estaciones de carga en muchos lugares donde deberían estar disponibles. Esto es algo que genera aún más preocupación en los usuarios que temen no poder encontrar una estación de carga cuando la necesiten.
Sin embargo, los gobiernos locales y estatales, así como también los inversionistas privados, nunca le han visto mucho sentido invertir en estaciones de carga para vehículos eléctricos cuando no hay tantos vehículos de este tipo en la carretera para hacer uso de dichas estaciones.
Lo que se convierte en todo un dilema, ya que: los usuarios no compran vehículos eléctricos por falta de estaciones de carga y los entes encargados no colocan estaciones por falta de vehículos que las usen. Algo muy parecido al argumento del huevo o la gallina.
¿Cómo salir de ese dilema? El futuro del transporte ya esta escrito
Un reciente auge en el aumento de ventas de vehículos eléctricos puede que haya sido el empujón final que se necesita para salir de esta encrucijada. En abril de este año muchos expertos financieros predijeron que las ventas de vehículos eléctricos no se verían tan drásticamente afectadas como las de vehículos de combustión. Tuvieron mucha razón.
Incluso, las ventas de los vehículos eléctricos se encuentran en aumento. En lo que va de año, en los Estados Unidos, al menos 27 de 30 fabricantes de vehículos convencionales han perdido dinero, sin embargo, las ventas de los vehículos impulsados por electricidad siguen en aumento.
Debido a esta tendencia en alza de las ventas de vehículos eléctricos, expertos de la industria estiman que para el año 2030 serán necesarias al menos 13 millones de estaciones de carga.
En los Estados Unidos, gobiernos estatales, locales y federales ya están invirtiendo en infraestructura para vehículos eléctricos. Solo en el estado de California, ya se ha comenzado una iniciativa para hacer que todos los camiones, desde modelos medianos de servicio hasta grandes plataformas, sean completamente eléctricos para 2024. Además ya es ley que para el 2035 en el mismo estado no se permitirá ningún auto de combustible fósil. Lo que sin duda da una pista de hacia dónde se dirige la industria y el transporte por carretera.
Esto deja demostrado que, a partir de ahora, los gobiernos de muchos países deberían empezar a tomar más en serio el asunto de invertir en infraestructura para vehículos eléctricos, ya que este es, indiscutiblemente, el trasporte del futuro.