La noticia ha causado alegría en los clientes y futuros clientes que saben que una reducción en los costos de la batería se traduce directamente en una reducción en los costos del producto final, es decir los vehículos eléctricos.
La noticia fue dada por el propio Elon Musk durante el Battery Day, evento en el que también anunció un nuevo vehículo eléctrico de la marca que tendrá un costo de 25.000 dólares y que se espera esté disponible para el año 2023.
Las nuevas baterías de Tesla
Para nadie es un secreto que la batería es el componente más caro de un vehículo eléctrico, esto, esto, tanto por la complejidad de su fabricación como por lo costoso que resulta la misma, lo que hace que inevitablemente se vea reflejado este problema en el costo final de un vehículo eléctrico.
Esto ha impedido que muchos usuarios puedan adquirir un vehículo eléctrico debido a los altos costos de los mismos, para lo que Elon, director ejecutivo de Tesla, ya ha puesto en marcha una solución.

Se trata de unas nuevas baterías con una tecnología “totalmente diferente” a la conocida hasta ahora, lo que permitirá, entre otras cosas, reducir sus costos de fabricación y, por ende, reducir los costos de los vehículos eléctricos.
Los planes técnicos de Tesla de fabricar sus propias baterías con nueva tecnología, según el propio Musk, permitirá reducir a la mitad el precio de fabricación de las baterías de sus vehículos eléctricos, así como también reducir el precio por kilovatio-hora (kWh).
Su nueva tecnología para bajar los precios
Dentro de la tecnología que Tesla está desarrollando para sus nuevas baterías se conoce que se trata de un nuevo tipo de celda hasta ahora conocida como “celdas de tablas”, así como también un cambio en los materiales que conforman cada celda.
Las nuevas celdas de Tesla llevan el nombre de celdas 4680, son más grandes que las celdas de baterías cilíndricas 2170, que son las que actualmente compra a Panasonic y a otros proveedores, y son mucho más sencillas de fabricar.
Con la nueva forma y diseño de las celdas, Tesla necesitaría menos celdas para cada batería de vehículo eléctrico, lo que no solo reduce el costo de fabricación de la batería sino también el del vehículo.
Entre los planes estratégicos de Tesla para reducir los costos de sus baterías a la mitad también se encuentra el procesamiento de la materia prima de parte de la propia compañía, así como la adquisición de depósitos de litio que todavía están en el suelo para su explotación.
Otros cambios en la química de las baterías, como el uso de mayores cantidades de silicio en los ánodos y una considerable reducción en la cantidad de cobalto de los cátodos, ha contribuido a que la empresa californiana logre reducir significativamente los costos de producción de sus baterías.